Haibun (de origen)

Buscaba una forma de decir las cosas. No habían párrafos que sirvieran. "¡Demasiado! Hacelo y ya..." Pero todo se complica. Uno se volvieron dos y entonces, cuando todo pasaba, no había nada que decir. Ella no paraba de hablar y yo no paraba de no-moverme. Súbita fue la despedida y en ese momento... ¡Pop!

Nadie lo vió venir. Yo sólo esperaba a que alguien dijera algo. Y así volví a mi vida donde la había dejado. Junto a una palabra, simple y abierta que se sustenta día a día en la suposición de que haya algo que decir (o experimentar).
Ella seguirá esparando a que yo la invite. Pero ella, la otra, la que parecía distante, siempre estuvo cerca, al voltear de una esquina, con las palabras justas, con las que bastan.
¿Cómo sabía que volvería a ella?
Ella los trajo también. Para llenar mís días, las horas.

"Dubitable... me gusta esa palabra" -dice Ben. "En inglés es dubious"

Fulgor acuoso
en la noche--
la puerta abierta.

por A.M. BRIGANTI

brigam@gmail.com