Verlust

Me imagino que empezó acariciándola. Empezó acariciando su remera rosa, debajo de la cual, casualmente, encontró sus senos. Ella no lo podía creer y mientras el trabajaba con la boca en su cuello, ella miraba al cielo con algo de vergüenza hacia el que de pronto desde arriba estaba mirando. Una consecución de imágenes gratas y no gratas desfiló por su cabeza. Ya hacía mucho había perdido la vergüenza. Las pocas cervezas hacían maravilloso efecto sedante en el maravilloso cuerpo pequeño que ahora empujaban grandes manos sobre un sofá. Ella revelaba un secreto en cada postura. El había empezado el juego pero ahora ella determinaba la conclusión. Un marcador que empezaría a rodar esa misma noche por primera vez. El preparó el terreno y luego, ella empezó su juego. Buscó primero sus labios para proceder con el debido permiso hacia el pecho del elegido. En ese momento él mantiene su mirada en ella, algo impresionado, algo orgulloso. "No lo puedo creer". Como quien ve lo que ha creado convertirse en más de lo que hubiese imaginado, él empezó a temblar. Ella aspiró súbita y rápidamente, su cabeza volvió hacia el techo. "Hey... entiende que...". El la miró fijamente poniendo su mano en su mejilla que parecía encendida y acercó su boca contra su oído. "...Tranquila...". Ella lo perdió todo en un suspiro antes de que él incluso hiciera uso de su mano. La noche siguió sin tropiezos y su termómetro reventó por dentro.

por A.M. BRIGANTI

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